domingo, 8 de julio de 2012

La odisea de mi pre-día del padre

Resulta que era uno de esos sábados en los que tengo una ansiedad extrema por hacer "algo" y no sabía qué.
El domingo siguiente era el día del padre, y había planes para festejar con mi papá y con mi suegro en diferentes momentos del día. La excusa perfecta!!!

Era uno de esos momentos en los que estoy tan ansiosa que tiemblo.
Seguí la receta "casi" al pie de la letra porque estaba tan apurada porque salga todo que hice las cosas tal vez demasiado rápído. En principio tuve que reducir todas las medidas a la mitad, después de todo yo estaba "probando" -entre comillas porque lo pensaba llevar igual- Después procesé la zanahoria en vez de rallarla, como si no supiera que no queda igual... Y bueno con el resto de los ingredientes la verdad que la llevé bastante bien.

Hice todo lindo hasta que llegué al momento de rellenar el molde... Y acá fue donde me empecé a asustar. Resulta que para no tener que tirar masa, y a pesar de ver cómo el molde de silicona iba perdiendo forma, lo lleno hasta el borde -error- y lo mando al horno, eso sí, teniendo la precaución de poner el molde sobre una bandeja pizzera, porque está bien que soy un poquito salame pero no tanto.

En un momento dado, bastante temprano, empiezo a sentir olor a quemado. EH?!?! cómo olor a quemado?... Y, me arriesgo a abrir el horno.

Resulta que no había contado con que la mezcla se iba a empezar a inflar. Claro, porque lleva tanto bicarbonato como polvo de hornear. Cómo no me había dado cuenta?? Resulta que el molde se rebalsó. Y cayó mezcla en la bandeja pizzera. Y esa mezcla se cocinó y se estaba empezando a quemar. Uy!!! Tuve que cometer otro crimen, que fue tratar de sacar eso del horno mientras se estaba cocinando, para sacar la mezcla que se había quemado, para que justamente no siga haciéndolo y me termine llenando la casa de humo. Y después me sentí totalmente descorazonada, desanimada, triste. Porque ya sabía lo que pasaba a continuación, la mezcla no se iba a inflar más. Iba a quedar un masacote horrible. Pero lo volví a poner en el horno igual, total, de última lo como yo, ya fue.

Estaba tan triste que dije: Bueno, esto no lo voy a llevar porque me da verguenza. Hago muffins.

Me puse ahí, temblando de ansiedad como antes, a hacer mini muffins. A pesar de los nervios la mezcla salió bien, incluso la pude separar en varios sabores. Además, me iba a entretener mientras se terminaba de "cocinar". Pero había comprado unos pirotines un poco berreta, o demasiado chicos, o demasiado finos, no lo sé. Y una gran parte me quedaron medio deformados, pero estaba como obsesionada en querer que salga "algo".
En un momento, ya había pasado el tiempo de cocción del budín, y hago la prueba del cuchillo... Y sí, estaba cocinado, pero quedó como un agujero horrible en donde había pinchado. Era como si aún no estuviera lista, sin embargo el cuchillo salía limpio. Qué pasó??? Mah si, yo la saco, basta de sufrir, a meter los muffins.

Mientras espero que se cocinen, miro con desolación mi carrot cake... Porque tenía buen olor, pero no muy buen aspecto. Y no me animaba ni a desmoldarlo.

Y salen los primeros muffins excelentemente bien. Pero después empiezan a salir mal. No sé si del apuro, o porque cuando los hacés de ciertos sabores la masa queda mas densa, o.. no sé, pero tenían forma de todo menos de muffins! Claro, también los pirotines eran bastante malos. Muchos se rebalsaron y quedaron pegados entre sí, haciendo una masa informe e inflada. Qué desilusión!!! Eso tampoco lo voy a poder llevar... pero tampoco me lo voy a poder comer porque ya es demasiado!! Bueno, no todo está perdido. Separemos los que están más presentables para llevar............... Me quedé con menos de la mitad.
Bueno, bajemos un poco las expectativas........... Logré rescatar sólo la mitad de los muffins. Por favor! qué sábado negro!! A la miércoles todos los muffins de miel. 


Y el carrot cake estaba ahí, frente a mí, mirándome como si se burlara. Aaaah!!

Bueno, no voy a poder llevar ni muffins ni carrot cake, pero algo tengo que llevar!! Algo!!!

Entonces hagamos rollitos de canela. Que llevan tiempo porque es masa, y hay que amasarla, y dejarla levar, y después amasar de nuevo, etcétera.
Ya no estaba ansiosa, ni temblaba de nervios, ni nada. Estaba triste, desanimada. Pero igual los hice...
Fue raro porque al tiempo me pareció como si la masa no hubiera levado. Qué raro!!
Igual la saqué y la amasé un poquitito para desgasificarla... Y qué emoción!! Empezó a hacer pffff pffff, realmente algo se levó! Qué bueno!!!
Y con toda la felicidad me dispuse a hacer los rollitos....
Pero cuando llegué al momento de disponerlos sobre la placa para hornearlos y esperar hasta que doblen nuevamente el tamaño, me di cuenta de que tampoco es que habían crecido. Ehhh?? Bueno, los mando igual.
Y salieron los rollitos de canela. Feos!!! Pero al menos estos se podían "presentar" Así que dije: Ya fue, llevo esto.


Y corté el carrot cake en porciones, y como se veían bien dentro de todo dije: Ya fue, llevo esto también.

Y agarré los pocos muffins que estaban en condiciones y dije: Estos también los llevo.

Fue una odisea de 6 horas que arrancó a las 8 de la noche y terminó a las 2 de la mañana.

A la mañana siguiente llevé con mucha verguenzita el carrot cake, en un tupper y envuelto en una bolsa de plástico... no quería ni que lo vieran! Y en un momento estaba tan cansada que me tuve que tirar a dormir y me perdí la hora del mate. Menos mal! me hubiese dado mucha timidez "presentar" mi torta.
Pero mis viejos me dicen...
- Que buena esa torta que trajiste!!! Con qué la hiciste?? Estaba espectacular!!!
- EH??? Esa torta? Pero me salió fea!! Desinflada! La tuve que traer en porciones porque no la podía traer en el molde, estaba fea! En serio estaba rica? No te puedo creer!!!! Tenía zanahoria.
- ZANAHORIA?
- Sí, zanahoria.
- En serio te quedó muy rica!!

aaahhh!!! Me sentía en el cielo!!! Y pensar que ni siquiera me había animado a probarla!!!!

Después en lo de mi suegro:
- Bueno, acá traje unos muffins y unos rollitos de canela.
Abrí los tuppers y al toque no solamente habían desaparecido, también escuché unos cuantos 'mmm!" y cosas así. Me acuerdo y me emociono.

No lo podía creer!!!!! Qué feliz!!!!

Y así terminó mi odisea culinaria del día del padre...

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